¿Qué tipo de base quiero?

Hoy en día existen una infinidad de marcas y de diferentes tipos de bases que simplemente nos confunden y no tenemos idea de cual elegir. En realidad es algo bastante sencillo si tomamos en cuenta algunos parámetros.  Cabe mencionar que especificaré sobre las bases más comunes.

Tipo de piel

Dependiendo nuestro tipo de piel, las bases pueden ayudarnos a corregir visualmente y también su textura.

• Seca: Para la piel seca se recomiendan bases líquidas, pues proveen a la piel de una buena hidratación.
• Mixta: Bases sólidas en crema o mousse. Este tipo de bases proveen de buena hidratación a las zonas secas del rostro y evita que las zonas grasosas se acentúen y generen imperfecciones.
• Grasa: Bases en polvo, pues el polvo absorbe el exceso de grasa que genera este tipo de piel y elimina los brillos. Si se tienen muchas marcas, se recomiendan bases líquidas con base agua, ya que proveen de buena hidratación y cobertura y no estimulan la producción de grasa.

Por su cobertura

Las bases ofrecen distintos tipos de cobertura dependiendo su formula y su textura, por lo cual hay una gran variedad que se adapta a cualquier tipo de necesidad que tengamos.

• Baja a media: Unifican el tono y cubren ligeras imperfecciones, si se requiere de mayor cobertura podemos ayudarnos de correctores faciales. Son apropiadas para las pieles jóvenes pues dan un acabado natural.
• Media a alta: Unifican el tono, cubren bien imperfecciones ligeras y medianas, así como arrugas leves o superficiales. Dan un acabado más uniforme, por lo que son apropiadas para pieles jóvenes con muchas imperfecciones o pieles adultas.
• Alta: Unifican el tono, cubren bien todas las imperfecciones y la mayoría de las arrugas. Son apropiadas para pieles maduras.

Por su textura

Dependiendo la textura de la base podrán brindarnos diferentes acabados en nuestra piel.

• Polvos sueltos: Dan un acabado fresco, y ligero. Se aplican con una brocha vaciando el contenido del recipiente a la tapa del mismo. Se adaptan muy bien al tono de la piel, generando una sensación ligera.
• Polvos compactos: Están comprimidos y son fáciles de transportar. La mayoría dan un acabado mate y se pueden aplicar con una brocha o esponja.
• Crema o sólida: Como su nombre lo indica, tienen una textura cremosa, la mayoría brinda acabado mate. Es un poco más pesada que los polvos, aunque no generan una sensación pesada. Se aplican con una brocha o esponja. Cubren bien en una sola capa y se adaptan bien al rostro, y si buscamos una mayor duración podemos sellarla con un polvo traslucido.
• Líquida: Ofrecen diferentes acabados y fórmulas. En cuanto acabados las hay de luminoso, natural y mate. Las fórmulas suelen ser base aceite o base agua (estas pueden ser hidrolizadas o no hidrolizadas) dependiendo el tipo de piel que se tenga. Son fáciles de difuminar y aplicar, pues pueden aplicarse con los dedos, brochas o esponjas. Ofrecen mayor duración si son selladas con polvos traslúcidos.